labrys, études féministes/ estudos feministas
juillet / décembre 2010 - julho/dezembro 2010

LOLA G. LUNA[1]

Por María Himelda Ramírez[2]

Lola G. Luna, nació en Valdepeñas de Jaén en 1945 y se licenció (1968) y doctoró (1975) en la especialidad de Historia de América, en la Universidad Complutense de Madrid. Comenzó su actividad docente universitaria en la Universidad Pedagógica de Tunja, y en la Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia 1970-73). Actualmente es Profesora titular emérita en la Universitat de Barcelona (UB) nombrada en 2008 hasta 2015. En ella ha sido profesora Ayudante (1976-77), Agregada Interina (1977-86) y Titular desde 1986. Ha impartido Historia de América Latina siglo XIX, Historia de América Latina siglo XX, Historiografía Indiana, Movimientos Sociales Latinoamericanos e Historia de las Mujeres en América Latina (Doctorado). Como emérita está dedicada al Doctorado, al Seminari Interdisciplinar Mujeres y Sociedad y a la investigación.

Fue Directora del Departamento de Historia de América en los años 80 siendo profesora no numeraria (PNN) y en los noventa coordinadora del Área de América. Ha sido fundadora y es directora de Hojas de Warmi revista incorporada al SIMS en 1996 como Anuario. Fue Co-coordinadora del SIMS hasta 2003. Desde 2005 es Directora.

Sus líneas de investigación han sido Historia de América colonial; Creación de Fuentes Orales en soporte videográfico en América Latina y España sobre movimientos sociales y de mujeres (1985-94); los documentales resultantes se encuentran en la Videoteca de Historia de América y Biblioteca de Geografía e Historia (UB). Desde hace muchos años desarrolla su investigación en Historia feminista del género en América Latina especialmente sobre Movimientos de Mujeres. Fue investigadora principal del proyecto pionero Movimientos de Mujeres y Participación Política en Argentina y Colombia 1930-1990 (CICYT, AME90–0147), que reunió investigadoras latinoamericanas y españolas. Actualmente participa en otros proyectos e investiga especialmente en Colombia.

Maria Himelda Ramirez -Profesora Lola, ¿cómo surgió su vocación por el estudio de la Historia y en particular de la Historia de América?

Lola Luna - En realidad fue como un impulso que no sabría muy bien explicar. Estaba estudiando en la Universidad Complutense y había empezado la especialidad de Historia General y supe que había una especialidad de Historia de América, incluso que era una especialidad que tenía poco alumnado, lo cual me parecía mucho más acogedor que el grupo numeroso de doscientos y pico de estudiantes que había en Historia General, entonces hice el traslado de la matrícula. Pensándolo después, creo que me intrigaba la historia de otros mundos, una historia de España en América que habíamos escuchado desde la niñez en la escuela, y yo quería conocer esos mundos, la otra parte de la historia. Mi espíritu viajero, y la curiosidad, posiblemente me llevó a cambiarme de especialidad y pasarme a Historia de América.

MHR - Teniendo en cuenta su nacionalidad española, ¿cuál fue el motivo de su interés en la Historia de Colombia?

LL - Cuando terminé la carrera me enteré que había un programa de cooperación con la universidades latinoamericanas. Había un  intercambio de profesores, íbamos profesores españoles, los profesores latinoamericanos venían a hacer sus tesis a España, entonces a mi me surgió una propuesta de sustitución en Tunja, Colombia en la Universidad Pedagógica y llegué en el año 1971, y allí estuve dos años y después pasé a la Universidad Javeriana un año más y en total estuve casi tres años de profesora en Colombia. Entretanto inicié la investigación para mi tesis doctoral y a partir ahí, pues he seguido una línea de investigación con Colombia y también he desarrollado muchos afectos y relaciones. Me siento colombiana, me siento bien aquí, siempre me he sentido apoyada. Es un país que amo y con el que tengo una deuda por todo lo que me ha hecho crecer.

MHR - Y, ¿cuál es el tema de la tesis doctoral?

LL - Los Resguardos Indígenas en las Gobernaciones de Santa Marta y Cartagena en la segunda mitad del siglo XVIII.

MHR - ¿Cómo fue el proceso de elaboración de esta tesis?

LL - Fue muy interesante porque tuve la posibilidad mientras estaba en Tunja y después en Bogotá, de investigar en el Archivo Nacional, que en aquella época estaba en la Biblioteca Nacional. Fueron muy agradables todos aquellos años que estuve investigando. Cuando regrese a  España completé la documentación en el Archivo de Indias, en Sevilla. El doctorado lo realicé también en la Universidad Complutense de Madrid, en la especialidad de Historia de América, la misma en que había hecho el grado de Licenciatura.

MHR - ¿Con qué personas estableciste dialogo y contacto en esa ocasión para la elaboración de la tesis?

LL- Fue definitivo el contacto con Darío Fajardo; él me habló de la investigación de Margarita González sobre el Resguardo en el Nuevo Reino de Granada. Leí su libro y estuve charlando con ella. Vimos que la región de la Costa no estaba trabajada, entonces por sugerencia de Darío me metí en el tema. Y luego también tuve unos contactos muy fructíferos con Hermes Tovar, que era un compañero de Archivo; también tuve la suerte de conocer a Germán Colmenares, en Cali, y de asistir a alguna de sus clases. En el Archivo me relacioné con otros españoles de Sevilla que estaban trabajando también sobre el Nuevo Reino de Granada. En Madrid, mi director de tesis fue el profesor Mario Hernández Sánchez Barba que me respaldo totalmente en todo el proceso. Quería añadir otro nombre que también fue fundamental en el trabajo de mi tesis sobre todo en el año de docencia en la Javeriana y el desarrollo en España, el profesor Manuel Lucena, él me apoyó muchísimo, y luego trabajamos juntos en la Universidad de Barcelona.

MHR - ¿Y cuál fue la culminación de la historia de esta tesis?

LL - La tesis fue publicada por partes. En principio publiqué algunos capítulos en Boletín Americanista de la Sección de Historia de América de la Universidad de Barcelona, y al abrir una nueva línea de investigación, ahí quedó a medias y no hubo un texto definitivo hasta el año 1992 en que decidí publicarla, pues supe que en Colombia no se había avanzado investigación semejante. Entré en contacto con la Biblioteca del Banco Popular, aceptaron el manuscrito y lo publicaron. Es un honor estar en esa colección con historiadores colombianos reconocidos. He de agradecer a Alicia Eugenia Silva su acogida. La publicación no recogió todo el volumen de la tesis. Había una primera parte dedicada a la institución del Resguardo y una segunda dedicada a las Reformas Borbónicas, y al considerar que esta temática ya era conocida me incliné por publicar la tercera parte, que era la novedosa, y explicaba todo el proceso de resistencia de muchos pueblos de indios que habían sido resguardados en la Costa, junto con un anexo de todos aquellos documentos que no estaban publicados, como Relaciones y Ordenanzas de algunos Visitadores españoles, con el objetivo de divulgar toda esa documentación y que pueda ser utilizada.

MHR - ¿Cómo describes tu itinerario profesional?

LL - Mi itinerario lo hemos dejado en la publicación de la tesis en Colombia pero en los años anteriores, desde 1976 y ya como profesora de la Universidad de Barcelona, había entrado a formar parte del movimiento feminista y estuve madurando dedicarme a la investigación de la historia de las mujeres. Esto supuso un periodo de formación y a partir de la primeras publicaciones que salieron a principios de 1980 he seguido en esta línea, cambiando muy poco la temática, que ha sido los movimientos de mujeres en América Latina.

MHR = ¿Cuál textos consideras relevantes en tus inicios como investigadora de Historia de Colombia, en particular?

LL - Además del texto de la tesis doctoral, Resguardos coloniales y resistencia indígena en las Gobernaciones de Santa Marta y Cartagena, como primera aportación de la historia de las mujeres en Colombia, el libro Historia, género y política. Movimientos de mujeres y participación política en Colombia, 1930-1991, en colaboración con Norma Villarreal. Fue el resultado de un proyecto de investigación, financiado por la CICYT (Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología, de España) que dirigí, y en el que aporté la parte teórica. Este libro publicado por el SIMS, Seminario Interdisciplinar Mujeres y Sociedad, de la Universidad de Barcelona, actualmente agotado, va a ser reeditado próximamente, revisado y con ampliación del periodo hasta estos años, por la Universidad de La Salle en Bogotá. Y finalmente el libro El sujeto sufragista, Feminismo y Feminidad en Colombia, 1930-1957

MHR - Dado el reconocimiento de tu militancia en el feminismo español, ¿cuáles son las articulaciones que destacas entre el feminismo y la investigación histórica?

LL - En mi caso se ha repetido, lo que se ha dado también en otros países, con las feministas que nos dedicamos a la historia, y es que tuvimos una curiosidad especial en recuperar los orígenes de la rebelión de las mujeres, es decir el sufragismo. Y por eso comencé en el año 1984 una investigación sobre el sufragismo en Colombia que pasó como con la tesis, que tardó un tiempo en publicarse, finalmente se hizo en el 2004, en el cincuentenario de la Ley del Voto para las mujeres, y creo que esa articulación entre la militancia en el movimiento feminista y el estudio de los movimientos de mujeres en América Latina como tema de investigación ha sido debido a esa preocupación por los orígenes y por recuperar la dimensión científica y política del movimiento feminista.

MHR - Surge ahí la figura del sujeto político femenino

LL - Exactamente, primero, lo he trabajado desde el aspecto del movimiento social, de la acción social de ese sujeto y posteriormente lo he trabajado en el libro El sujeto sufragista, Feminismo y feminidad en Colombia 1930 - 1957 desde el punto de vista del sujeto y su construcción discursiva.

MHR - Tu trabajo sobre los movimientos sociales de mujeres en América Latina y en Colombia incluye una actividad notable en el campo docente en la Universidad de Barcelona principalmente. ¿Qué tipo de cursos, seminarios y demás actividades académicas y de formación del estudiantado has impulsado?

LL - Esto ha sido para mí una experiencia muy rica que me ha aportado muchas cosas y que la comencé en el año 1989 cuando organizamos con otras compañeras desde el SIMS, vinculado a la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, el primer programa de doctorado sobre mujeres de la universidad española, que incluía una parte importante de dedicación a América Latina. Se hicieron dos programas entre 1989 y 1993. De ellos han surgido varias tesis, alguna dirigida por mí. El Seminario inició su línea de edición con las publicaciones de los cursos del programa de doctorado. Después de los programas de doctorado se hicieron algunos cursos de formación para alumnas que no tenían interés en hacer el doctorado. Estos cursos fueron de transición y luego el Seminario se dedicó a organizar las Cruïllas (Encrucijadas, en catalán) del Género. Ya se han realizado cinco, siempre con participación de investigadoras latinoamericanas. Dentro de los programas de doctorado surgieron mis primeros cursos sobre varios aspectos de la historia de las mujeres en América Latina: movimientos sociales de mujeres y estado, movimientos sociales y género, movimientos de mujeres y maternalismo, etc., definiendo poco a poco mi enfoque, influida por Joan Scott la historiadora norteamericana, hacia la historia feminista del género y la construcción discursiva. En las clases que he impartido en la licenciatura sobre historia de América Latina, siglo XX y Movimientos Sociales, durante más de treinta años, la estrategia ha sido incorporar poco a poco y transversalmente la historia de las mujeres, aunque estoy de acuerdo en que también se impartan asignaturas específicas en la Licenciatura. Opté por la primera modalidad porque quería llegar a más estudiantes, y espero haberlo hecho. .

MHR - ¿Y cuál es el balance sobre las Cruïllas?

LL - Es interesante porque de ahí surgió uno de los libros del Seminario. El seminario publicó cinco libros, el último recogió las Conferencias de la primera Cruïlla, Desde las orillas de la política, Género y poder en América Latina. Las siguientes Cruïllas, las editamos en la revista Hojas de Warrmi, que recuperamos de Warmi (mujeres en quechua), ONG creada para la cooperación con mujeres latinoamericanas, que lamentablemente no tuvo futuro. Lo que hicimos fue organizar la revista en torno a un dossier que recogiera las ponencias de las Cruïllas. Después se nos agotó un poquito la energía, porque solemos ser muy poquitas las que nos dedicamos a las actividades del SIMS. Es un trabajo extra y no pagado sobre nuestro trabajo académico, con algunas colaboraciones de estudiantes totalmente generosas. Las financiaciones para las actividades del SIMS son muy ajustadas, y proceden del Instituto de la Mujer, estatal, y del Institut Catalá de les Dones, autonómico. Estas, las empleamos íntegramente en las invitadas, y la asistencia estudiantil es gratuita. Por estas circunstancias, durante un período las Cruïllas se han suspendido y también la Revista. Las Hojas de Warmi, después de mi dirección, pasaron a manos de otra Lola, Lola González Guardiola que la dirigió durante tres años desde la Universidad de Castilla La Mancha. La revista ha quedado en stand by, y esperamos recuperarla de nuevo. Pero antes lo haremos con las CruÏllas. La próxima será sobre los discursos de la violencia hacia las mujeres en América Latina, en marzo de este año 2007. Y habrá como siempre representación colombiana.

MHR - Habíamos comentado que una de tus actividades es la dirección de tesis de las doctorandas latinoamericanas. ¿A qué temas se dedican tales tesis y cómo se logra este trabajo cuando media la distancia?

LL - Este es un trabajo que a mí me encanta, me encanta porque considero que me enriquece mucho más que las clases de licenciatura, que también lo han sido, pero este trabajo es muy importante porque se trata de investigación, de fortalecer la investigación sobre la historia de las mujeres. Hasta ahora he tenido la suerte de estar dirigiendo varias, y digo suerte, porque son las doctorandas las que te escogen y son buenas investigadoras, porque las tesis se están haciendo. Esto hay que señalarlo porque al menos en mi Universidad, muchos estudiantes desisten porque el Doctorado es costoso en tiempo y dinero. Y además están teniendo éxito, ya van tres cum laude. Los temas han sido: movimientos de mujeres en Jalapa, México, el exilio y el retorno de los hombres y las mujeres chilenas, y las mujeres, el género y la asistencia social en la Nueva Granada. Ahora se va a leer una sobre los movimientos de mujeres en Arica, Chile, que está en la línea de la que se hizo sobre Xalapa, México. El año que viene posiblemente se leerá otra sobre el Hospicio Cabañas y la maternidad en Guadalajara, México. Entre las ya inscritas, que se están escribiendo hay temas como el sufragismo en Nicaragua, el sufragismo en el Uruguay, las propuestas de paz de las mujeres colombianas en el conflicto armado, y el feminicidio en Ciudad Juárez. Hay otra que se está haciendo en Bolivia sobre los discursos sobre el divorcio en los 50, en la época del Movimiento Nacional Revolucionario MNR. También hay otra que se está escribiendo sobre la Iglesia popular en el Salvador, y que su autora también participa en el grupo de investigación del SIMS. Este grupo está formado por las doctorandas que residen en Barcelona, y es una de las actividades desarrolladas en los últimos años en el Seminario. Con las que hacen los Cursos de Doctorado y regresan a sus países para escribir la tesis, el contacto es continúo a través de Internet. No soy perezosa para desarrollar relaciones, y al ser un aspecto del trabajo académico que me gusta, con la práctica encuentras el método para seguir el diálogo a través del correo electrónico.

MHR - Hay una categoría de análisis, la categoría maternalismo. En todas estas tesis se pueden observar temas que tienen que ver con esta categoría.  ¿Cómo la enfocas, en tu trabajo y en estos estudios?

LL - La categoría de maternalismo que también la utilizan algunas otras autoras, a mi me es muy útil para distinguirla de maternidad, es decir la maternidad como la definimos en el feminismo como una opción de las mujeres, como deseamos en el feminismo que sea, una opción libre y con derechos, y el maternalismo lo defino como una construcción del género, del discurso patriarcal, una construcción del género histórica, en donde las mujeres han sido definidas en su identidad, como madres, en una dirección única con la que se les reconoce influencia en la sociedad y poder en la familia. Pero por otro lado se las limita en su identidad como mujeres en la que puede y debe caber una formación y dedicación a una profesión, que va más allá de la propia maternidad. Entonces esa sería la construcción del maternalismo que yo he manejado y que ha surgido a partir de la investigación de la pluralidad de los movimientos de mujeres en América Latina.

MHR - Y concretamente en relación con el sufragismo ¿cuál es la relación entre maternalismo y sufragismo?

LL - Es muy interesante porque las sufragistas que yo las clasifico en feministas, y/o sufragistas conservadoras, en estas últimas el maternalismo es claro, la idea que tienen de mujer está definida por la idea de que son madres. No solamente madres en el ámbito de la familia sino también madres de la patria, a la que aportan sus hijos. En cambio, las feministas, en el momento histórico en el que se contextualiza el sufragismo, no encuentran inconveniente en ser madres y profesionales, que en este momento están comenzando a incorporar a mujeres. Proponen una conciliación, dicho en términos actuales. Ser madre de familia y madre de la patria con ser también profesionales, es decir, médicas, abogadas, etc., Una tarea que desde entonces se ha ido desarrollando. Es la distinción que veo. Ellas ahí desmontan de alguna manera este concepto de género maternalista y quieren ser madres al mismo tiempo que son mujeres con una identidad que va más allá de la maternal. Algo muy actual.

MHR - Y en tus investigaciones ¿qué has descubierto sobre las mujeres de izquierda y sus relaciones con la maternidad?

LL - En la investigación sobre el sufragismo en Colombia, a través de un grupo de mujeres socialistas que editaban la revista Nuestras Mujeres, (aquí tengo que darte las gracias nuevamente porque fuiste la que me consiguió esta revista que yo andaba buscando desesperadamente porque quería incorporar su pensamiento), encontré que estas mujeres de izquierda estaban muy interesadas en trabajar con mujeres populares y le daban mucha importancia al Día de la Madre, a los Congresos que había de madres en ese momento. En la revista dedicaban espacio a la salud de las madres, y también a la niñez. Ese fue el hallazgo. Es interesante y me parece importante la pregunta.

MHR - ¿Cuáles consideras son los principales avances en la investigación de los movimientos sociales de mujeres en América Latina y en Colombia desde los inicios de tu incursión en la investigación en el campo hasta el presente?

LL - Creo que en estas dos décadas, se ha avanzado bastante y tengo conocimiento de que se está preparando un libro sobre el sufragismo en América Latina conteniendo prácticamente casos de todos los países y se está elaborando desde un punto de vista comparativo. Esperemos que en unos años salga y esto es muy importante porque en muchas ocasiones el feminismo de los setenta comenzó diciendo que partía prácticamente de cero, no se reconocía que había habido una primera ola de feminismo y que en ella se consiguieron derechos civiles y políticos. Se hablaba del voto, pero no se conocía hasta que punto fue realmente un movimiento feminista, una primera ola. Por esto este trabajo de compilación de los diferentes casos de los movimientos sufragistas, me parece un avance importantísimo porque aunque serán unos artículos cortos van a dar pie para investigaciones en profundidad. Además creo que sobre el proceso del feminismo, de los movimientos feministas, hay debates abiertos muy fuertes y no hay trabajos definitivos que lo expliquen. Por ejemplo, el proceso de oenegización de los movimientos feministas en relación con el desarrollo, con las políticas de desarrollo y su relación con la expansión de los estudios de las mujeres en las universidades. Muchas mujeres feministas que se habían especializado dentro de las ONG en la investigación sobre la condición de las mujeres, han pasado a las universidades, son profesoras, están multiplicándose a través de master y doctorados en una generación nueva de estudiantes en la que algunas se sienten feministas. Esto se ve en muchos de los encuentros feministas últimos. Entonces creo que a la segunda ola le falta todavía resolver debates y ser interpretada en lo que está significando. Otro aspecto es que ya hay una gran diversidad feminista: Se han incorporado al feminismo sujetos que no participaron en la primera ola como las indígenas, las mujeres negras, mujeres populares mestizas y blancas. Las feministas no son solamente las mujeres educadas de las clases medias, como sucedía en el sufragismo, ahora están las mujeres obreras, las madres a través de diferentes acciones. Hay una gran diversidad cuyo significado para los avances sociales, políticos y económicos hay que explorar muy detenidamente y con mucha seriedad.

MHR - ¿El libro sobre el sufragismo quién lo está impulsando?

LL- Las compiladoras son las historiadoras Marysa Navarro y Ana Lau. La primera es argentina, española, norteamericana de Darmouth Collage, y Ana Lau pertenece a la Universidad Autónoma de México.

MHR - Una de las discusiones plasmadas en tus escritos es la renovación de la Historia Política  a partir de la inclusión de la Historia de las Mujeres y la perspectiva de Género, ¿cuáles son los principales debates a ese respecto en el ámbito de la investigación histórica?

LL - Yo creo que son debates que están por darse. Cuando hice el librito que recogía las tres categorías de movimientos de mujeres que propongo: movimientos feministas, movimientos por la subsistencia y movimientos de madres contra la violencia, lo enfoqué como un aportación a la Historia Política. En ese momento se hablaba de una renovación de esta, y yo decía que no puede existir una renovación total sino se incorporan los movimientos de mujeres. La verdad es que no he recogido ninguna respuesta ni ningún comentario de parte de historiadores políticos latinoamericanos. Por eso digo que a lo mejor el debate está todavía por darse.

MHR - ¿Qué figuras femeninas consideras que recuperaste de la invisibilidad en la Historia Política Colombiana?

LL - En mi caso se circunscribe esta recuperación, esa visibilidad, a las mujeres sufragistas. Algunas de ellas ya habían sido recuperadas como Ofelia Uribe de Acosta, Mercedes Abadía, Esmeralda Arboleda o Josefina Valencia, pero había otras muchas como Lucila Rubio de Laverde, Teresita Santamaría de González, Josefina Canal de Reyes, Elba María Quintana Vinasco (viva aún), Clotilde de Uclós, Georgina Flecher, Hilda Carriazo, María Currea de Aya, Matilde Espinosa (viva también), Rosa María Moreno Aguilera, y muchas otras, que han sido menos reconocidas. Para un conocimiento de las numerosas mujeres que participaron en el movimiento sufragista o fueron protagonistas de su época recomiendo el libro descubierto por Norma Villarreal, de Livia Stella Melo Lancheros Valores femeninos de Colombia. Una obra espléndida de 1966. 

MHR - ¿Cómo fue el trabajo con ellas?

LL - Realmente la investigación sobre el sufragismo no se basó en entrevistas. Fue un trabajo de hemeroteca. Solamente entrevisté a Ofelia Uribe de Acosta, cuya obra es muy conocida: el libro Una voz Insurgente, y la dirección de las revistas Agitación Femenina y Verdad, y a Josefina Canal de Reyes que fue la directora de la Revista Mireya. Creo que ésta fue una de las visibilizadas con una trayectoria muy interesante como sufragista conservadora, muy coherente. Cuando la visité tenía alrededor de noventa años y estaba muy lúcida. A ella me dirigió Ofelia la líder del feminismo sufragista, que tenía algunos años menos y .mantenía una fuerza admirable. Seguía pensando como una líder sobre la dirección unitaria que debía seguir el movimiento feministas. Nunca olvidaré las tardes que pasé con ella y las onces con las que me obsequiaba hechas por ella misma. Fue muy impactante y enriquecedor el conocimiento de ambas. Nunca olvidaré el afecto con el que me trataron, y desde luego fue muy importante la documentación que ambas me aportaron. 

MHR - Qué elementos destacas de tu trabajo con fuentes videográficas, que entiendo es una parte muy importante en la renovación metodológica que realizaste.

LL - Fue un trabajo de diez años, entre 1985 a 1994. Fueron diez años en que dejando precisamente parada la investigación sobre el sufragismo, agarré la cámara de video doméstico que acababa de salir en aquella época, e intuyendo que se estaba dando una eclosión de movimientos de mujeres diversos, me dediqué a grabar eventos y hacer entrevistas a las organizaciones de mujeres en una serie de países. A partir de ahí, los elementos teóricos que construí fueron las tres categorías que señalaba antes, de movimientos feministas, movimientos por la subsistencia y movimientos de madres contra la violencia. Se pueden citar sobre los movimientos feministas, la grabación y edición de dos eventos importantes: el III Encuentro Feminista en Brasil (1985) y el V Encuentro en Argentina (1990). Además grupos feministas de Perú, de Colombia, Nicaragua, Chile, Bolivia, Brasil y Argentina, Uruguay. Sobre movimientos para la subsistencia grabé y edité  organizaciones populares de varios de esos países. Sobre los movimientos de madres contra la violencia grabé a las Madres de la Plaza de Mayo en tres ocasiones y a las Madres de Héroes y Mártires de Nicaragua, durante la Revolución (1987). Lo que me parece es mi modesta aportación en este sentido, fue añadir la imagen y diferentes discursos transmitidos a través de la imagen a la grabación en audio.

MHR - ¿Dónde reposan estos materiales?

LL - Estos materiales están en dos lugares de Barcelona: la Videoteca de la Biblioteca de la Facultad de Geografía e Historia, de la UB, la Videoteca del Departamento de Historia de América también de la Facultad de Geografía e Historia de la UB, que es donde trabajo. También he enviado copias a diferentes centros de documentación feministas que hay en América Latina, como por ejemplo Isis en Chile, en Nicaragua hay también parte. En Colombia, en el Centro de Documentación de Mujer y Género hay algunas copias, procedentes de Cine Mujer. En Lima están en el CENDOC. Traté de devolver la información, lo que pasa es que en aquella época no se tenía fácilmente el video trinorma, y los enviaba en el sistema Pal que era el que había en España. Entonces creo que no se difundieron debido a ese inconveniente. Actualmente todo el material está en soporte de CD y los videos editados están en DVD. Las copias fueron financiadas por Mama Cash y por Renovación docente de la UB.

MHR - ¿Has tenido algún tipo de respuesta por parte del estudiantado en relación con este tipo de materiales?

LL - Eso ha sido una interacción increíble: Los he utilizado para dos de mis asignaturas: Movimientos Sociales e Historia de las Mujeres en América Latina, y ya son históricos. He ido encajándolos en la temática y la verdad es que tengo que agradecerles a los estudiantes la gran paciencia que han tenido en el visionado porque son ediciones domésticas. A partir de ellos han surgido muchísimas preguntas. Un comentario que me hacían precisamente era que les interesaba porque era un tipo de videos que no veían en la televisión. Además de introducirlos a los movimientos de mujeres que son también mucho  más desconocidos en los documentales más alternativos. Con excepción de algunos países como Colombia que tuvo Cine Mujer y que hizo muchísimos documentales sobre las mujeres, en muy pocos otros países se han hecho, y como muy dispersas, me refiero a esa década 85-94.

MHR - ¿Cómo valoras hoy en día el apoyo de la Universidad de Barcelona a tus iniciativas académicas en el ámbito de la investigación y de la difusión de los resultados de tus trabajos?

LL - La Universidad, a través del Departamento me dejo hacer y apoyó tramitar los Programas de Doctorado. Luego el Vicerrectorado de Actividades Culturales y la Facultad han ido puntualmente respaldando actividades del SIMS. Cuando digo puntualmente es con pequeñas cantidades de dinero. Sobre todo ha apoyado la producción videográfica en lo que he apuntado anteriormente, además con una de las cámaras que utilicé (fueron tres), y con aparatos de edición, pues en ese sentido utilicé en parte el Aula de Video que creamos con otros colegas en esos años. Las publicaciones, como ya señalé anteriormente han sido financiadas por los dos Institutos de la Mujer

MHR - Una parte muy visible de tu trabajo ha sido la actividad editorial y de promoción de la producción de las mujeres y sobre las mujeres.  ¿Cuál ha sido tu experiencia, al respecto y que potencialidades encuentras en la publicación de textos por medios virtuales?

LL - A mí la edición me encantó, editar me encantó, me pareció fascinante y realmente me gusta mucho ese tipo de trabajo, es el trabajo que haces con mucho gusto, que te diviertes, que aprendes, porque yo era prácticamente ignorante en esto, y aprendí sobre la marcha. Tuve una relación muy buena con la Editorial PPU, filial de la Universidad, (ya desaparecida) y con Cristina Luna, la persona que editaba y me enseñó mucho. En esa época, pues desde el SIMS no hemos editado desde el 2000, no había la posibilidad de pasar las publicaciones a La Red. Posteriormente, algunos textos propios sí que lo han hecho en algunas páginas, como Creatividad Feminista, Mujeres en Red, Frentes Avanzados de la Historia, la Biblioteca Virtual Luís Ángel Arango, las revistas electrónicas Lybris, u Otras Miradas. Si, me parece una divulgación muy importante y sobre todo quienes más las miran son las estudiantes. Estamos pensando en el SIMS, que el futuro de Hojas de Warmi, puede ser virtual.

MHR - Y en relación con el lenguaje que llamamos incluyente, el tema del sujeto masculino, como sujeto único en el escritos

LL - Ahí no hicimos avances, fuimos recogiendo lo que ya se estaba diciendo con la inclusión de las, nosotras, de tratar por ejemplo al hablar de hombres y mujeres, hablar de personas, pero ahí no hicimos realmente una gran aportación.

En esta etapa de tu actividad académica ¿a qué proyectos te dedicas en el momento y cuáles son las perspectivas para el futuro?

LL - Ahora acabo de comenzar una investigación en Bogotá que quiero que sea una ampliación de la categoría de los movimientos por la subsistencia en el contexto colombiano. El proyecto se inicia con la investigación de la participación de las mujeres de Acción Comunal, planteándose la pregunta si su aportación en esta organización ha sido o es de por la subsistencia o de desarrollo local. Luego quiero continuar con las Madres Comunitarias y los Comedores Comunitarios. Me interesa mucho desentrañar el significado de lo comunitario en estos procesos.

MHR - ¿Ya empezaste este trabajo?

LL - Sí, es lo que he estado haciendo durante esta estancia. He trabajado en el Archivo de Acción Comunal, en dónde me han acogido muy bien, y la misma buena acogida tuve por parte de la Dirección de Acción Comunal de Bogotá cuando les hable del proyecto. Desde aquí mis saludos a Ingrid Rusinque, Rafael Niño y Gladys Guzmán. Ahora estoy haciendo entrevistas por los barrios con líderes y mujeres de la base de Acción Comunal, en lo que también me han ayudado Eduardito y Edgar Cortes.

MHR- Y ¿qué tipo de documentación encontraste?

LL - Una documentación interesante, porque eran las historias de barrio que se escribieron hace unos años para unos concursos de la Alcaldía. Algunas se publicaron y otras no y he tenido acceso a ellas en el Archivo. Estas historias me han puesto de relieve algunas mujeres importantes en estas luchas por la construcción de casas realizada de Acción Comunal. También he trabajado con los expedientes que de las diferentes juntas, las JAC, de diferentes barrios. Ha sido una documentación menos fructífera, porque en la documentación se recoge poco del trabajo de las mujeres, se filtra alguna cosa pero la mayor parte son expedientes de conflictos dentro de las JAC o conflictos con otras instituciones, como por ejemplo las constructoras de los barrios. Espero que las fuentes orales que estoy recogiendo complementen esas fuentes escritas.

MHR - ¿Qué rasgos biográficos quisieras compartir con las lectoras y los lectores del Boletín de la Asociación Colombiana de Historiadores?

LL - Creo que buena parte de los rasgos míos académicos ya se han puesto de relieve. Sí quiero añadir, que soy de origen rural, procedo de un pueblecito muy pequeño y serrano, Valdepeñas de Jaén. Sus montañas llenas de olivos son como unos Andes pequeños. El Bachillerato lo hice interna en la ciudad de Jaén y luego estudie Filosofía y Letras y la especialidad en Historia de América en la Universidad Complutense, donde también hice el doctorado como ya he señalado antes. Soy hija de un maestro de escuela como se decía en esa época y pienso que él me transmitió el amor por la docencia. Se puede ver que mi estancia inicial en Colombia marcó realmente una nueva dirección en mi trabajo de investigación y docente. Pienso también que hubo otro momento en mi vida en que se produjo un quiebre en la dirección de mi investigación, que fue la militancia en el movimiento feminista: Me sigo considerando militante porque creo que lo que hago en la Universidad es científico pero al mismo tiempo es político, siguiendo la idea de que la historia es una vía de cambio y transformación y en ese sentido la historia de las Mujeres tiene un significado político.

Es autora de los libros: Resguardos coloniales de Santa Marta y Cartagena y Resistencia Indígena (Ed. Fondo de Promoción de la Cultura, Bogotá, 1993) Historia, Género y Política. Movimientos de Mujeres y Participación Política en Colombia, 1930-1991. (coautoría con Norma Villarreal) (SIMS UB, 1993) Los movimientos de mujeres en América Latina y la renovación de la historia política (Centro de Estudios de Género, Universidad del Valle / La Manzana de la Discordia, Cali, 2003) El Sujeto Sufragista. Feminismo y Feminidad en Colombia, 1930-1957 (Centro de Estudios de Género, Universidad del Valle / La Manzana de la Discordia, Cali, 2004).
 


[1] Esta entrevista es la versión corregida antes de la publicada en Historias nº 6,  Asociación Colombiana de Historiadores, Bogotá, 2008, a la que pertenece. En 2009, la  Asociación divulgó por correo electrónico la que ahora publica Labrys.  Agradezco tanto a Diana Inés Bonnet Vélez, presidenta  de la Asociación Colombiana de Historiadores como a Tania Navarro, directora de Labrys, la divulgación de ella, con el acuerdo de la profesora María Himelda Ramírez

[2] Profesora e investigadora en los campos de la historia de las mujeres y de la violencia en las relaciones de género.  Departamento de Trabajo Social y Escuela de Estudios de Género, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia